lunes, 22 de enero de 2018

* HUEVOS vs COLESTEROL, SE CAE EL MITO

Un buen día generalmente comienza con un buen desayuno, ligero y balanceado, en el que quizá disfrutemos de un refrescante jugo, un café recién hecho, un poco de fruta de la estación y un par de huevos cocinados de la manera en que más nos gusten, ya sean rancheros, a la mexicana, revueltos, con jamón o chorizo, en caldillo, con carne…en fin, son tantas sus variantes que por ello son casi indispensables en nuestro menú.

Los huevos no sólo resultan un desayuno práctico y apetitoso, sino también insustituibles en muchos platillos fuertes, tanto como ingrediente principal como complemento, además de su papel preponderante en muchos de nuestros deliciosos postres y todo ello gracias a su versatilidad gastronómica, su fácil preparación y a la capacidad que tienen como coagulantes, emulsionantes, espumantes y colorantes, entre muchas más.

Sin embargo, pese a todas sus propiedades, durante años el huevo estuvo rodeado por una auténtica leyenda negra, pues al contener una gran cantidad de colesterol, 240 gramos, los especialistas decidieron prohibirlo a personas con colesterol alto y reducir su consumo para el resto de la población que deseaba cuidar su dieta.  Daban por hecho que el colesterol que contenía pasaba directamente a la sangre,  sin ser metabolizado. Hoy se sabe que no es así. En principio porque el nivel de colesterol en sangre nunca se debe a un solo alimento y porque la lecitina que contiene el huevo inhibe la absorción del colesterol.

Un estilo de vida saludable:
Una noticia que ayudó a cambiar esta forma de pensar en el mundo se dio en el año 2000 gracias a que la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) incluyó en sus guías para dietas un huevo por día para mantener un estilo de vida saludable. Hoy, muchos profesionales de la salud sostienen que una persona sana puede consumir un huevo por día sin ningún problema, pues además este alimento posee la ventaja de tener un mayor porcentaje de ácidos grasos poli y monoinsaturados, benéficos para la circulación.

De esta forma, como señala el Instituto del Huevo en México, no hay motivo para dejar fuera de la dieta este producto y, al contrario, debemos integrarlo para beneficiarnos de sus numerosos nutrientes, entre ellos: minerales como hierro, fósforo, selenio y zinc. Vitaminas A, E, D y del complejo B. Nutrientes como colina, que estimulan el desarrollo del cerebro y la memoria. Antioxidantes como luteína y seaxantina, que mejoran la salud visual y previenen la aparición de cataratas (oscurecimiento del cristalino) y degeneración macular (afectación de la parte central de la retina, donde se forma la imagen dentro del ojo).

La biotina en otro nutriente importante que se encuentra en el huevo, vinculada a la protección  de la piel, a un gran número de reacciones del organismo y al mantenimiento de las funciones corporales. Además, el mismo instituto señala que si bien posee grasas abundantes, éstas no son responsables directas de la elevación del colesterol en sangre y son menos dañinas para el corazón que la falta de ejercicio o una dieta mal balanceada.

Por éstas y muchas razones mas, el huevo no sólo es uno de los alimentos más completos para nuestro organismo, sino uno de los más socorridos en nuestra mesa por versátil, sencillo y barato. Así que tibios, revueltos, duros, fritos, montados o al horno; sencillos o tipo gorumet; en todo tipo de platillos el huevo es universal y como resa el refrán: “El amor y los huevos, mejor frescos…”

Fuente: Cocina Práctica presenta Delicias de Huevo. Radar Editores, S. A. de .C.V.


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