La guindilla pone fuego en los pucheros y en los
corazones de cocineras y cocineros. Este diablillo condimenta los guisos con
ese punto en el sabor que va del picante suave al picante fuertísimo, según el
tipo de guindilla que utilicemos.
Cuanto más pequeña, más picante es. La guindilla verde es
más suave que la roja, y la tierna menos picante que la seca.
Pero tenga mucho cuidado, ya que siempre hay la excepción
a la regla con las guindillas. Y un consejo, lávese las manos inmediatamente
después de manipularla o use guantes de goma.
Antaño, la guindilla se importaba de Centroamérica y
Sudamérica, pero hoy en día se cultiva en casi todos los países.
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